Sí se puede exige al grupo de gobierno de Candelaria que asuma con coherencia su compromiso contra la entrada del gas en el municipio y en la isla. La organización ecosocialista recuerda a la alcaldesa que, en diciembre de 2015, el pleno del Ayuntamiento aprobó una moción de Sí se puede en la que la corporación se pronunció en contra de la regasificadora prevista para Granadilla y el gasoducto asociado, que alimentaría el ciclo combinado de Las Caletillas y tendría que atravesar Candelaria.
“Ese acuerdo plenario es una decisión que obliga a la alcaldesa y a su grupo de gobierno a actuar en consecuencia”, asegura el concejal del grupo municipal de Sí se puede en Candelaria Agustín Espinosa. A juicio de Sí se puede, en estos momentos corresponde que “el Ayuntamiento de Candelaria esté a la altura de la situación y gestione valientemente este gravísimo problema para el municipio”, manifiesta el concejal.
Espinosa rechaza “la actitud temerosa y ambigua con la que en el pleno de la semana pasada la alcaldesa aceptó estas instalaciones a regañadientes, con el argumento de que se trata de infraestructuras dirigidas a la distribución de energía y no a su generación, y que el gobierno de Canarias ha declarado de interés general estas instalaciones”.
La formación recela de la implicación de este gobierno municipal en una causa que tiene una incidencia esencial en la vida comunitaria en Candelaria, especialmente por la peligrosidad de una instalación como un gaseoducto, así como, además, por lo que implica como apuesta por las energías fósiles y contaminantes, contra las que también se pronunció el pleno de la corporación con apoyo de los votos del grupo de gobierno.
La desconfianza de Sí se puede se basa en que “el pacto de gobierno municipal está compuesto por los mismos partidos –PSOE y CC– que sostienen los grupos de gobierno del Cabildo de Tenerife y del Gobierno de Canarias, que son las instituciones que dan cobertura a la implantación del gas en Tenerife mediante el impulso de infraestructuras como la regasificadora, el gaseoducto Granadilla-Santa Cruz, la nueva central eléctrica fuel-gas de Las Caletillas y las nuevas subestaciones y líneas de distribución”, apunta el concejal.
A juicio de Sí se puede, de consumarse la introducción del gas en Tenerife se retrasará aún más la implantación de las energías renovables en Canarias, una de las peores comunidades autónomas del Estado en la generación de energía limpia, “producto de un fracaso continuo de los planes energéticos desde que se elaborara el primero en 1986”, asegura Espinosa, quien recuerda que “en Canarias solo se genera un lamentable 7% de energía limpia, cuando la meta trazada en la planificación desde hace casi 30 años apuntaba al 25%.
