Además, según Sí se puede, “las actuaciones previstas para el saneamiento de la zona alta del municipio son innecesariamente costosas y no han sido planteadas con criterios de sostenibilidad, el drenaje de las aguas pluviales no tiene en cuenta la capacidad real de los barrancos a los que se planea verter y, por si fuera poco, dudamos mucho de la disponibilidad económica de Candelaria para ejecutar este Plan”.
Alternativa Sí se puede, denuncia que este Plan se realiza pensando en que en Candelaria van a vivir casi 90.000 personas (el triple de las actuales) con un consumo medio de 200 litros por habitante y día (superior incluso al actual de 154 litros). Este partido considera que el PGO del municipio se basa “en expectativas desarrollistas que nunca se verán realizadas, ajenas a las verdaderas necesidades de su población, actual o futura, pero que obliga a sobredimensionar todas las infraestructuras que deban de tenerlo en cuenta”.
Por otro lado Sí se puede denuncia que este Plan no establece prioridades en cuanto a qué actuaciones se deben ejecutar primero para mejorar el abastecimiento de agua de ciertas zonas que ya actualmente sufren restricciones o presión insuficiente, como por ejemplo La Punta y el entorno de La Tejinera, y tampoco establece prioridades en cuanto a las actuaciones en saneamiento. La zona costera del municipio genera y soporta vertidos ilegales de aguas sin depurar a través de los emisarios actuales contaminando sus playas y el medio marino, y precisa de una mejora urgente de su red de saneamiento con sus caudales actuales, sin tener que esperar al desarrollo de futuras urbanizaciones.
La solución que da el Plan al saneamiento de los pueblos de Malpaís, Cuevecitas, Araya, Igueste e incluso de Barranco Hondo, a través de muchos kilómetros de tubería, teniendo el agua residual que ser bombeada, para ser conducida junto con la del resto del municipio al emplazamiento de la depuradora comarcal ubicada ya en el Municipio de Arafo, es, para la concejal de Sí se puede, “un auténtico disparate ya que sería mucho más económico y sostenible el diseño de redes independientes para cada uno de estos pueblos conectadas a sistemas de depuración natural, y el aprovechamiento para uso agrícola de esta agua”.
En cuanto a los aluviones fluviales Coello asegura que “el Plan no tiene en cuenta que los cauces de los barrancos de cumbre han sido severamente modificados en su parte baja por el paso de la autopista TF-1 y por la expansión urbana del municipio. Así los barrancos de Chacorche, de Los Oiganos y de Aroba han sido estrechados, el barranco de Los Guirres ha sido canalizado bajo conducción cerrada, y el barranco de La Tapia (causante del desastre de 1826) incluso ha sido desviado hacia otro cauce”.
Desde el punto de vista económico Sí se puede denuncia que el presupuesto del Plan asciende a la cantidad de 110 millones de euros, “cantidad que en fase de ejecución será superada con toda probabilidad. Este presupuesto es completamente inasumible para la hacienda local, por lo que se echa en falta que se establezcan prioridades para, de forma realista, ir ejecutando las actuaciones más urgentes para el vecindario actual con los medios efectivamente disponibles”.
