Para el Comité Local en Valle Gran Rey de Sí se puede La Gomera no se entiende porqué se ha dejado acumular este material materia vegetal al borde de dos espacios naturales protegidos y en plena época estival. «Hemos tenido una de las primaveras más cálidas que se recuerdan y el verano no pinta mejor, y una acción que se pretendía beneficiosa para la prevención de incendios como es el aclareo de las pistas, se convierte en una auténtica amenaza al dejar estas acumulaciones de material vegetal» señala Guzmán Correa, portavoz de Sí se puede.
En palabras del representante, «las campañas de prevención no deberían convertirse en factores de riesgo de incendio, pero parece que en esta isla todo es posible, sobre todo cuando la ausencia de planificación es la norma. El riesgo de estas acumulaciones es evidente: están al borde de un bosquete de fayal-brezal ―que conecta con el Parque Nacional de Garajonay―, en una zona con fuertes vientos y a una distancia relativamente cercana a Arure y Acardece. Por este motivo instamos a las autoridades ambientales a quitar de forma inmediata estas acumulaciones, y a investigar qué protocolos de trabajo se han seguido por parte de quienes promovieron y realizaron la limpieza de esta pista».
En opinión de Sí se puede, este caso evidencia «la ausencia absoluta en la gestión y planificación respecto a los residuos vegetales que se sufre en La Gomera. Los bioresiduos provenientes de las podas y aclareos forestales y de las limpiezas de espacios públicos, no debieran dejarse acumular por el evidente riesgo de favorecer un incendio. Estos residuos, con los tratamientos adecuados, podrían convertirse en un recurso muy interesante para la agricultura de la isla».
Para Guzmán Correa parece claro que «no es coherente invertir cantidades importantes en campañas contraincendios con dejar acumular residuos vegetales, ya que es obvio que estos depósitos son un factor de riesgo que puede favorecer la generación o extensión de un incendio».
Desde Sí se puede en Valle Gran Rey se insta a la ciudadanía a colaborar con las autoridades ambientales señalando los lugares donde puedan concurrir circunstancias que favorezcan la proliferación de incendios. «Todos debemos colaborar en que situaciones como las del verano de 2012 no se produzcan, y la vigilancia ciudadana es fundamental en estos casos».
