José Luis Hernández, concejal de Unidas se puede, defendió en el último pleno una moción que reflejaba las quejas de las asociaciones de los barrios de San Jerónimo y San Luis Gonzaga por la mala gestión del Espacio Muntifuncional El Polvorín, inaugurado en 2006 para albergar actividades culturales y deportivas.
El edil indica que el centro fue construido en el siglo XIX para convertirse en almacén de pólvora y que con esta propuesta buscaba lograr un acuerdo para poner en valor un emplazamiento que en 2010 fue declarado Bien de Interés Cultural debido a “su singularidad constructiva y la ausencia de tipologías similares en las Islas, así como el buen estado de conservación de las características y aspecto originales”. La categoría previene que se realicen intervenciones que desvirtúen sus valores patrimoniales, pero contempla el uso lúdico, cultural y deportivo del centro.
En 2011 la entonces concejala socialista, Silvia Maestre, aseguró que en los cinco primeros años solo había sido utilizado en dos ocasiones. El concejal de Gobierno, Domingo Galván, replicó en esa ocasión que estaba “preparando propuestas de otra índole para abrir parte de la agenda a los vecinos y que sean ellos los que diseñen la vida de la infraestructura», algo que en opinión de Hernández, “no se ha cumplido, dejando estos espacios públicos de alto interés patrimonial casi sin uso”.
Unidas se puede recuerda que los vecinos de Taco siguen demandando el objetivo de convertir las naves en un espacio cultural activo, que nunca se ha cumplido plenamente, como un espacio para conferencias, conciertos y exposiciones. La moción presentada en La Laguna exige que se proceda a realizar un proyecto que realce los valores patrimoniales de las instalaciones declaradas Bien de Interés Cultural para ponerlas de un modo efectivo al servicio de los vecinos y vecinas de Taco. El principal grupo de la oposición planteó la elaboración de un proyecto que contemple la consulta con los vecinos y vecinas de la zona para que puedan aportar sugerencias sobre el uso cultural al que se destinen las naves. José Luis Hernández afirmó en el pleno que su grupo propondrá en el programa electoral la puesta en marcha en este espacio de un “aula de silbo gomero, aprovechando los estrechos vínculos de Taco con la Isla”.
El Polvorín de Taco tiene un valor histórico especial para el barrio: “Es todo un símbolo para la gente de Taco, quienes en los años de la transición protagonizaron numerosos actos reivindicativos para conseguir que esta instalación pasase de manos militares a manos civiles con la finalidad de ser un gran centro cultural y recreativo”, subraya Hernández.
Finalmente el concejal agradece al conjunto de los grupos municipales por aceptar esta propuesta por unanimidad, haciendo aportaciones valiosas a la misma, ya que cree que es una señal de una voluntad de “a pesar de la diversidad ideológica, sumar para lograr mejoras claves en el municipio”.
