Sí se puede expresa su preocupación por el retraso de las obras de depuración y saneamiento en Candelaria, imprescindibles no solo para efectuar un buen saneamiento de las aguas urbanas, sino porque, además, hasta que no esté en funcionamiento un sistema de depuración acorde a la normativa comunitaria, habrá que destinar cientos de miles de fondos públicos al pago de la sanción de la Unión Europea por incumplimiento de sus parámetros en el Valle de Güímar.
Esta sanción quedó fijada en julio pasado en 900.000 euros, a los que seguirán otros 800.000 euros cada seis meses hasta que esté en funcionamiento el sistema adecuado. La situación ha cobrado vigencia de nuevo tras la decisión del gobierno estatal de transferir a las instituciones responsables del saneamiento la carga del pago de esa sanción.
En este sentido, la preocupación de Sí se puede se basa en la existencia en Candelaria de un total de 16 actuaciones priorizadas por el Ayuntamiento y por el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) todavía pendientes de ejecutar, por valor total de 14.310.000 euros, a lo que hay que añadir la inversión de cerca de diez millones de euros (9.809.062,71) para crear la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) comarcal del Valle, que ya ha sido adjudicada y que, según las estimaciones del CIATF, no estará activa hasta 2020.
La portavoz de Sí se puede en el Ayuntamiento de Candelaria, Mayca Coello, asegura que “la sanción de la Unión Europea desvela un desastre de gestión de dimensiones monumentales, esa es la cruda realidad a la que nos enfrentamos en Candelaria y en todo el Valle de Güímar”.
El Consejo Insular de Aguas elaboró en 2017 un documento denominado “Diagnóstico y Propuestas de Actuaciones en materia de Saneamiento (DPS)”, nacido como consecuencia de los incumplimientos de la Directiva Europea 91/271/CEE y de los procesos sancionadores a los que ha dado lugar. Sí se puede cuenta con los datos sobre la cantidad de actuaciones pendientes en el municipio de Candelaria y su coste –así como la fase de desarrollo en la que se encuentran– a raíz de una pregunta realizada sobre el estado de tramitación de las obras de saneamiento y depuración solicitadas por el Ayuntamiento de Candelaria con cargo al Plan de Cooperación del Cabildo. A estas actuaciones previstas en el citado informe hay que añadir el más que probable riesgo de cierre del emisario de Las Caletillas por incumplimiento de la normativa europea.
A juicio de Sí se puede, “este es el resultado de la inexistencia de gestión, cuando las administraciones ignoran un grave problema y miran para otro lado”, según señala su portavoz en Candelaria. “Desde 2007 hemos denunciado esta situación desastrosa. A partir de 2011, Sí se puede lo ha planteado ante el pleno de Candelaria, donde siguieron sin hacer absolutamente nada hasta fechas muy recientes como consecuencia de que hemos denunciado judicialmente la situación como último recurso, para el caso de los vertidos de aguas industriales del polígono. El tiempo está poniendo a cada cual en su lugar y resulta que la razón, una vez más, ha estado de nuestro lado. Desgraciadamente se han perdido dos décadas y muchísimo dinero público por responsables políticos absolutamente incompetentes”, concluye Coello.
